jueves, 6 de septiembre de 2007

Suplica López Obrador a candidatos perredistas unidad

“Siempre perjudica cuando vamos divididos”, dice AMLO en la Mixteca


Afloran pugnas perredistas durante gira de Obrador. Reclaman al Peje en Jolalpan trabajo de la dirigencia estatal del PRD.



/Mario Martell/ Enviado/ Jolalpan, Pue. Los agravios de la dirigencia estatal del Partido del Sol Azteca alcanzaron el inicio de la gira de Andrés Manuel López Obrador a 130 kilómetros de la capital en el municipio mixteco de Jolalpan donde el Peje ganó con 1,933 votos la votación del inolvidable año 2006.
Lo recibieron con un collar de flores. Lo despidieron con música de banda. La plaza del pueblo se colmó de banderas rojas y amarillas.
El peje sudaba a chorros. Era un mesías revolucionario extraviado en la Mixteca, desdeñado por las televisoras y las encuestas de aceptación pero succionando como un Drácula del Ego las porras a su causa hasta que los reclamos cayeron sobre el Peje:
—¿Por qué la dirigencia estatal la tienen secuestrada? La ciudadanía está cansada de lo que hace la dirigencia estatal. Nosotros aquí rajándonos la madre— le reclamó un militante perredista de Jolalpan al presidente legítimo.
Los perredistas de Jolalpan le pidieron su intervención a Andrés Manuel López Obrador para salvar la crisis política que vive el PRD poblano.
El `presidente legítimo’ guardó un cómodo silencio.
Una banda de música del pueblo que ingresaba a la plaza de este municipio de la Mixteca poblana donde se celebraba el acto pejista facilitó que Obrador evadiera proporcionar una respuesta.
Pero eso no fue todo.
Las tribus perredistas mostraron sus diferencias en el municipio de Jolalpan durante el mitin de inicio de la gira de Andrés Manuel López Obrador por Puebla.
Los petistas desplegaron sus banderas frente al templete y lanzaron vivas a su candidato Honorio Galicia, experredista, a quien la operación política de Horacio Gaspar Lima lo envió al PT.
Los simpatizantes de Honorio Galicia, candidato a la alcaldía de Jolalpan por el Partido del Trabajo y los simpatizantes del candidato de origen priista Rubén Cirino Arce Bonfil se disputaron la simpatía del presidente legítimo.
Los cárteles petistas contrastaban con las pancartas:
“Los comuneros de Xolalpan te reconocemos como presidente legítimo”.

El mitin lópezobradorista —que congregó a unas 800 personas— también disfrutó de momentos lúdicos:
—¡Agua, limón y papaya! ¡Agua, limón y papaya!
—Obrador nunca nos falla.
Combinada con este otro clásico:
—Rifle, cañón y escopeta. Rifle, cañón y escopeta. A Andrés Manuel se le respeta.
El evento, a pesar del divisionismo local, fue aleccionador para los integrantes de la Convención Nacional Democrática-Puebla.
Obrador se “permitió” contestar cinco preguntas de los asistentes al mitin.
La gente se desbordó y en lugar de tímidas preguntas, hubo fuertes reclamos sobre la suerte del PRD en este proceso electoral.


Aunque el mitin pejista inició con puntualidad a las 11 de la mañana desde una hora antes los habitantes esperaban en la plaza la llegada del líder de la izquierda electoral.
En las calles de esta población mixteca sólo se hablaba de la visita del Peje. Y muchos ni siquiera creían que el tabasqueño visitaría este pueblo enclavado en los límites entre los estados de Puebla, Guerrero y Morelos, a unos 130 kilómetros de la capital angelopolitana.


Los primeros aplausos los recibe cuando dice que él no va a traicionarlos.
Otra andadada de aplausos nutren su ego político cuando enuncia la cantaleta despresurizada de izquierdismo:
—¡Arriba los de abajo! ¡Arriba los humildes y los pobres!
—No vamos a permitir que sigan empobreciendo a nuestro pueblo.
Las mujeres son las más animadas. A unos cuantos pasos de subirse a su Camioneta Sonora, López Obrador reparte besos a las mujeres del pueblo que enloquecen ante la desfachatez populista del ícono de la rebeldía política institucionalizada.
Mujeres de Santa Ana, Teutla, Huauchinantla, Mitepec y Xochitepec acompañaron al legítimo.
Pero así como lo acompañaron le demandaron explicaciones al Peje. Explicaciones que ni la gente de Horacio Gaspar Lima ni Jorge Méndez ni la Convención Nacional Democrática ni la dirigencia estatal perredista les dio a los de su partido.

Unas veinte mujeres interceptan al líder perredista Horacio Gaspar Lima.
Lo cercan y lo interpelan:
—Que se vaya
—Si él ni es de aquí.
Otras mujeres manotean en la cara Gaspar Lima que no encuentra donde esconderse.
Gaspar se pone pálido. No le queda más que escuchar las voces ríspidas de las mujeres.
—Nos impuso a un candidato.
La escena sucede mientras se prepara la escenografía pejista.
Las mujeres le reclaman a Horacio Gaspar Lima el apoyo a la planilla de los priistas encabezada por Cirino Bonfil Arce.
El priista Bonfil Arce, con el apoyo de Gaspar Lima, le ganó en la mesa la candidatura al perredista Horacio García Montiel.
Ante la imposición García Montiel emigró al Partido del Trabajo, con un fuerte grupo de perredistas, fundadores del PRD en Jolalpan que sufrieron la persecución de los caciques y el asesinato de compañeros de partido en este municipio en 1990.
A unos cuantos minutos de que inicie el mitin pejista ya se augura un fracaso rotundo.
A la última hora los petistas —experredistas— y los perredistas —expriistas y priistas—acuerdan que ni Horacio García Montiel ni Cirino Bonfil Arce subirán al templete con Andrés Manuel.
Los petistas impiden que la gente de Cirino llegue. Al iniciar su mitin la gente de Bonfil Arce no llega está detenida a la entrada del pueblo, rumoran los priistas. Gaspar Lima no deja de moverse de un lado a otro, inquieto, nervioso.
Unos trescientos petistas toman los primeros lugares de la plaza, despliegan sus mantas a favor de su candidato y corean porras a favor del experredista y ahora petista García Montiel.
Ya casi al terminar el mitin campesinos con banderas de plástico a las que se les pintó con marcador negro un solecito azteca y la palabra “PRD” aparecen en la plaza. Una banda de pueblo les abre el paso. Gaspar Lima sonríe como chamaco en programa de Chabelo.
Una señora le coloca al Peje un collar de flores amarillas.
Andrés Manuel se siente con los suyos, los pobres, los desposeídos, los divididos, los expriistas resentidos y los perredistas resentidos, la gente que lo escucha, lo apapacha y se le rinde.
Una señora le dice:
—Nosotros somos perredistas.
A continuación le pide al Peje que le explique a quién deben apoyar en esta elección local ¿A los candidatos del PRD? ¿A los candidatos del PT? ¿A los candidatos de Convergencia?
—Sí, hay un poco de confusión— acepta el peje en Jolalpan.
La gente le aplaude cuando menciona el nombre de los tres partidos.
—No se pudieron poner de acuerdo los tres partidos.
—¿Qué es lo que se tiene que hacer?— Obrador se distiende se inclina hacia su jolalpiano auditorio.
—Que cada ciudadano decida por quien hay que votar. Hay dos opciones pero se puede lograr algo, es tarde pero se puede lograr, una sola planilla, se ponen de acuerdo..
Se escuchan ahora gritos de unidad, unidad, unidad.
Luego de “Honorio presidente, Honorio presidente”


—Está cerrada la presidencia municipal, reclama otra señora.
—El presidente nos atiende en casa, queremos que se abra de nuevo la presidencia municipal ¡Es lo que pedimos todos! ¡Queremos que gobierne de nuevo el “perdere”?
De nuevo López Obrador insiste en la “unidad” perredista.
—Hay que unirnos, no sea que por la división se pierda, hay veces que los dirigentes se cierran. Esto no es personal. Se puede saber quien tiene más gente, eso se puede saber, el que tenga más gente, el otro tiene que declinar, eso es ser un buen dirigente.-



Jolalpan todavía recuerda a sus muertos. Una señora toma la palabra:
—Vivimos muy mal, decía mi papá, él murió por la política.
Los reclamos se suceden. Son las mujeres quienes toman la palabra.




Jolalpan es tierra brava. En las elecciones de noviembre del 2004, en un mitin panista fueron heridas de bala seis personas y una fue asesinada.
En 1991, durante la época de la persecución salinista en contra de perredistas la matanza de Jonantla.

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