Halaga Marín cojones de Hugo
Mario Martell/Mario Marín se codeó con Hugo Sánchez como si fuera su delfín político, su hijo predilecto, el heredero magnánimo y caínico de la Puebla Revolucionaria, su verdadero as bajo la manga para tocar con el dedo de oro.
“En Puebla te admiramos y te queremos”, dijo un Mario Marín Torres orondo y cari-sonriente.
Hugo Sánchez Márquez le devolvió la sonrisa a su panegirista.
La administración estatal le rindió pleitesía a la vacuna con la que el inconciente colectivo nacional se persigna cada vez que se va a cobrar un penalti en una Copa del Mundo.
Luego de la rueda de prensa celebrada en Casa Aguayo, en el fraccionamiento de la burguesía poblana las Haras se nombró una calle en honor al deportista.
Bien hubiera querido el pueblo que se taparan los baches de sus calles o se entubara el drenaje y llegara el agua en las colonias del Sur.
En deferencia, Sánchez le entregó a Marín Torres una casaca de seleccionado nacional, con el histórico número 9 y el poli-semántico apellido “Marín”.
“Los mejores años de la selección están por venir”, fue uno de los elogios que soltó Marín al Pentapichichi—quien se definió como un amante del futbol.
Hugo Sánchez Márquez es un hombre de cojones— la frase marinista fue como una “chilena”.
El presidente de la Federación Mexicana de Futbol, Justino Compeán se tuteó con el titular del poder ejecutivo: “Mi góber”, le decía Compean..
Mientras en el salón de gobernadores Marín y Sánchez se deleitaban asíncronamente, afuera de la instalación, un grupo de la Coalición de organizaciones, democráticas, urbanas y campesinas se plantó exigiendo audiencia con el gobernador:
—¿De dónde vienen?—
—De Xochitlán y Tepeyahualco.
—¿Vinieron a ver a Hugo?
—Nooo..
—Yo quiero ver al Chelito de Cruz azul— responde una señora de mandil.
…
El salón de los gobernadores se encontraba repleto de periodistas, aunque no faltaron los acarreados, estudiantes del Iberia que fueron invitados por su entrenador en jefe, el linebacker, Ismael Ríos, quienes a la entrada del técnico de la Selección Nacional corearon una porra desangelada que fue toda menos espontánea.
Pero en lugar de un gol en el Santiago Bernabeu para que la tribuna lo coreara el héroe del Atlético de Madrid se ruborizó.
Un par de secretarias de la oficina del Secretario Particular Guillermo Deloya Cobián se alarmaron ante la desinhibición lingüística del Primer fan estatal del Puebla de la Franja.
—Yo juego futbol, me encanta el futbol.
Con humildad Marín aceptó:
—Lo admiramos—añadió Marín como si fuera un pase.
Y continuó presumiéndole al laureado futbolista las pistas de atletismo y de tartán y las 24 unidades deportivas inauguradas en lo que va del sexenio.
…
El don y la delincuente
—En mi Puebla y en mi Pueblo, cuando se vive una vida y responsable, la persona merece llamársele don. Por eso digo, Hugo Sánchez, don Hugo.
La sala se estremeció.
Algunos recordaron la célebre cita de la psique poblana: “Pues ya ayer acabé de darle un pinche coscorrón a esa pinche vieja cabrona le dije que aquí en Puebla se respeta la ley que no hay impunidad y que a quien comete un delito se la llam delincuente”.
…
Los fans del mexicano con acento español se impacientaban.
El maestro de ceremonias anunció la llegada del séquito real y serenísimo.
Los fotógrafos saltaron de sus asientos.
Ismael Ríos llevaba en sus manos, echa bolas, una camisa tricolor.
Preparó el asiento para que Sánchez se sentara.
Pronto todo fue una ofensiva de elogios en la que no existió ningún contraataque.
…
—En agosto de 1997, estuve en Madrid, uno no resiste la tentación de tomarse la foto en el Santiago Bernabeu— relataba Marín su periplo en tierras hispanas.
—Como colofón, veo una foto de Hugo Sánchez y veo la foto de Butragueño y Michel. No saben el orgullo que sentí.
El gobernador de Puebla sintió conmiseración y empatía por el futbolista retirado y se comparó con él.
—¡Cómo lo trató la prensa a Hugo! ¡Cómo lo maltrató la prensa!
—Hugo es inteligente, tiene orgullo y dignidad.
—A la bio, a la bao, a la bin bon, bao, Hugo, Hugo, ra-ra-ra.
—Hugo Sánchez es un triunfador en la vida. ¡Pésele a quién le pese!— el elogio marinista esbozó un final arrebolado, como de crónica del Perro Bermúdez.
Marín le pidió un favor especial: que le abra las puertas de su entrenamiento a los poblanos para que asistan gratuitamente a un entrenamiento de la selección.
Sin hacerse del rogar, Hugo Sánchez concedió el deseo marinista.
—Señor gobernador, está usted convocado, es el jugador 31.
Ismael Delgadillo le pasó a Sánchez un jersey de seleccionado nacional.
Sánchez le entrega a Marín una casaca con el número 9.
La sonrisa de Marín era enorme. Como la del Maracaná.
..
A la hora de las preguntas, Sánchez parecía secretario de gobernación del sexenio marinista.
Respondió los acres cuestionamientos reporteriles. Dijo que en la selección no hay fricciones. Que él está abierto al diálogo.
“A mí me gusta el diálogo. Me gusta dialogar con todo mundo. Todo lo que pasa en el diálogo es la negociación”.
El campeón goleador soltó una perla del intimismo existencialista, un slogan de los candidatos coacheados ´por Gabriel Gónzalez Molina:
“La conciencia ética se lleva en el corazón”.
…
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